
Normalmente no escribo reseñas de libros que no he leído en su totalidad, pero por una vez voy a hacer una excepción que seguro será bien comprendida por los lectores de La Bitácora del Tigre cuando sepan que el libro sobre el que voy a escribir a continuación es un recio volumen de 958 páginas. De título muy atractivo, 1001 libros que hay que leer antes de morir. Relatos e historias de todos los tiempos constituye una especie de compendio de narrativa universal (aunque con mayoría abrumadora de autores en lengua inglesa) cuya edición original, dirigida por Peter Boxall, se ha traducido al español en una adaptación dirigida por José-Carlos Mainer.
Es un libro espléndidamente editado, con una cubierta muy vistosa, multitud de ilustraciones, índices de utilidad indiscutible y una encuadernación capaz de soportar los esfuerzos que provoca el manejo de una pesada masa de papel de elevado gramaje. Era inevitable que semejante presentación haya sido repercutida sobre el precio de la obra (36 euros, si no recuerdo mal), pero a mi modo de ver el dinero invertido en su compra se justifica plenamente por la calidad y oportunidad del contenido.
Y es que no hay muchas obras disponibles en las librerías españolas que resulten tan útiles para los lectores cultivados (o para quienes queremos pasar por tales), y por supuesto para los docentes de enseñanza secundaria y universitaria. Hay que admitir que la desproporción entre el espacio dedicado a la literatura en lengua inglesa y el que se otorga a otras grandes lenguas de cultura puede suponer un cierto obstáculo al aprovechamiento en nuestras aulas de este enorme catálogo de lecturas, pero por otra parte no hay duda de que tener el volumen a mano puede sacarnos a los profesores de más de un atolladero.
Aunque Peter Boxall señala en la introducción que la lista de lecturas «no intenta ser un nuevo canon y no pretende definir ni agotar la novela» (p. 9), lo cierto es que resulta inevitable enfocar esta obra como una propuesta canónica de cierta audacia. Audacia controlada, por supuesto, porque no faltan los clásicos indiscutibles de todas las épocas y todas las literaturas, pero al mismo tiempo una propuesta valiente que da entrada en su selección a las obras de género (eróticas, policíacas y de espionaje, fantásticas y de ciencia ficción) y a muchos escritores contemporáneos. De hecho, si se repasan las fichas correspondientes a los escritores recogidos en las últimas cuatrocientas páginas del libro, se puede comprobar que la mayoría de los que aparecen en ellas están vivos y, en muchos casos, todavía en activo.
Por otra parte, es evidente que la selección de libros y autores, claramente escorada hacia la época contemporánea (de las 958 páginas del libro, más de 700 están dedicadas a la narrativa de los siglos XX y XXI), intenta conectar con la sensibilidad literaria de un lector actual que conoce de primera mano unos cuantos de los autores y obras tratados, a quien le suena el nombre de otros muchos y que sabe de la existencia de algunos por adaptaciones cinematográficas, televisivas o teatrales. Hay, pues, en esta selección una cierta concesión a la industria cultural, e incluso a la literatura popular en el mejor sentido de la expresión, lo cual no niega en modo alguno la absoluta pertinencia y oportunidad de la mayor parte de las obras y escritores seleccionados.

Por exigencias del planteamiento editorial, el nutrido equipo de redactores del volumen (más de 150) ha dedicado un máximo de trescientas palabras a cada una de las brevísimas reseñas que lo componen. Con semejante extensión, es difícil hacer prodigios, pero a juzgar por los comentarios que yo he leído (ya he dicho al principio que no todos, ni mucho menos), en general el nivel de las reseñas es más que aceptable. En cambio, no diría lo mismo de las traducciones: no es que sean malas, pero el español que en ellas se utiliza tiene a menudo un cierto aire artificioso, típico de textos traducidos.
Mil y un títulos pueden parecer muchos (sobre todo si la cifra sea plantea con la irónica perentoriedad del título), pero independientemente de las connotaciones literarias y culturales de esa cifra emblemática, que no por transparentes dejan de ser precisadas tanto en la introducción de Peter Boxall como en la presentación de la edición española a cargo de José-Carlos Mainer, al lector ávido de sugerencias para nutrir sus horas de lectura (veraniega, por ejemplo) se le antojan escasos. De hecho, al recorrer este libro he sido consciente de cuán necesaria sería en el ámbito de la literatura en lengua española alguna obra semejante, adaptada a los rasgos constitutivos de nuestra literatura y a las peculiaridades de nuestra tradición cultural.
A la espera de que llegue esa propuesta, he dejado los 1001 libros que hay que leer antes de morir bien a mano, en un lugar privilegiado de mi mesa de trabajo, para consultarlo en ratos perdidos, y siempre que surja la necesidad. Es el regalo que me he hecho a mí mismo por mi cumpleaños, y a fe mía que es un regalo espléndido. Reconocer en sus páginas las obras predilectas y descubrir en ellas lo mucho que siempre queda por leer son aventuras que recomiendo a cualquier lector con inquietudes.
Peter Boxall (dir.), 1001 libros que hay que leer antes de morir. Relatos e historias de todos los tiempos, Barcelona, Grijalbo, 2007. Edición dirigida por Peter Boxall. Adaptación española dirigida por José-Carlos Mainer, 958 páginas.
Coincido con su opinión, que la lista de «1001…» es valiente y ha sabido recoger lo que ha consagrado el gusto de los últimos siglos.
Es además lógico que se incline por los dos últimos siglos, teniendo en cuenta la enorme producción literaria.
Me parece que como toda lista es discutible, busca inevitablemente «canonizarse» pero nos ayuda a los lectores a tratar de leer aquello que vale la pena, en medio de la enorme producción de libros.
Toda lista merece respeto, sobretodo cuando al ser tan numerosa…cierto que predomina las obras anglosajonas, pero se trata de un lector que nos ofrece su punto de vista. Naturalmente estoy hablando de la edición original!!!! El hecho de que para la traducción hayan eliminado las obras originales para añadir obras españolas y europeas que les gustan más…me parece francamente indigno de una traducción. Más aún, se dan casos de obras anglosajonas que aparecen en el original y que son sustituidas por otras del autor que le gustan más al traductor!!!.
Valgame el cielo…comprad la edición original en inglés, o al menos bajaos la lista original de libros y que no os engañen.
A.
La presentación editorial ya advierte que la versión española del libro no es una traducción, sino una «adaptación». En todo caso, es buena la idea de descargar la lista original de libros. Voy a ver si la encuentro, Avahal. Gracias por la recomendación.
Reconozco que me sentí engañado, porque había ojeado el libro en inglés, y me lo compré en el círculo de lectores (sin haber advertido el cambiazo).
Además, eliminan muchas de las fotografías (que es parte del encanto).
Y, me averguenzo, admito que las listas son una debilidad…y solo me he leido un 16% de los libros de la lista original…mmm…cuántos placeres nos quedan…
A.
En la edición que yo compré hay prácticamente una ilustración en cada página (muchas corresponden a las portadas de las primeras ediciones), lo que convierte el libro en una pequeña joya. Pero es cierto que la sensación de melancolía (o de expectativa) resulta inevitable: hay todo un mundo, ahí fuera, por leer.
Valores Humanos, de Alejandro Ortega Gaisán
Una mierda como el sombrero de un picador, eso es lo que pienso del libro y no soy más gráfico, por respeto a posibles personas especialmente sensibles.
El autor no tiene ni puta idea de los grandes clásicos, griegos y latinos, de literatura oriental, nada de nada, pararece que sólo hay buenos libros en Inglés y del siglo XX…. Ja, me rio de Janeiro.
Sacad una lista de grandes «betsellers» de cualquier librería de la red y vereis que se han limitado a copiar-pegar. De vergüenza.
Hoy desfalquè mi cuenta de ahorros y me hice el regalo..comprè el libro, lo deseaba desde hace tiempo, ya es un hecho.
No erudita en cuestiones de crìticas literarias eso se los dejo a los tejedores de ese oficio; el mio es leer y no pienso dejar de hacerlo.
Estoy tan emocionada de saber que muchas de las obras que hay estàn ya las he leido, otras las tengo y me daba como pereza empezar a leer pero ahora con este manual en mis manos me darè ànimo y continuarè con mi hobby: La lectura.
Gracias y si tienen una sugerencia ahi està mi correo
diliamgonzaleze@hotmail.com
Estoy tan emocionada de leer este. ¡¡Es maravilloso!!