La Bitácora del Tigre cumple hoy un año, 365 días de presencia ininterrumpida (creo) en la web. Este primer aniversario del blog ha comenzado con mal pie y un susto morrocotudo, porque desde el primer momento de la mañana he advertido que el sitio no estaba disponible. En lugar de los ojos ambarinos y feroces de su emblema felino, la cabecera del blog mostraba un ominoso mensaje de error.
He estado a punto de sufrir un desvanecimiento, porque justo treinta segundos antes de la pertinente comprobación había estado comentando con los compañeros del trabajo acerca de los problemas de seguridad inherentes a webs dinámicas basadas en gestores de contenidos muy conocidos. «Ya me han hackeado la bitácora», ha sido mi primer pensamiento. «A la porra el Tigre», ha sido el segundo. «Qué van a pensar los blogueros que con tanta afición me siguen», ha sido el tercero.
Más vale que el incidente se ha quedado reducido a un simple sofocón, imputable a los nervios del momento y a un inoportuno despiste. En efecto, se me había olvidado por completo que el alojamiento de la bitácora en 100Webspace.com era gratuito, sí, pero sólo por un año. Y, claro, al cumplirse el plazo, saltaron los cerrojos y el blog a freír espárragos.
En fin, si todos los problemas de la vida fueran como éste… Se apoquina la cuota correspondiente, y problema resuelto, hasta el año que viene. Mientras el cuerpo aguante y tenga algo que contar, La Bitácora del Tigre seguirá en la blogosfera, durante un año más, dando guerra.
Elisa dice
Enhorabuena. Felizmente seguiremos leyéndote.