Llevaba algún tiempo sin mirar las novedades del tablero de administración de mi blog, y lo he vuelto a repasar esta tarde, justo después de comer. Había una noticia, de apenas 15 horas atrás, sobre la actualización de WordPress a la versión 2.0.4, que corrige unos cuantos bugs y problemas de seguridad.
Como no tenía nada mejor que hacer, me he puesto a la tarea. Por supuesto, he seguido al pie de la letra el procedimiento de actualización, que está documentadísimo en el Codex de WordPress, y consiste en hacer copia de seguridad de la base de datos, del fichero wp-config.php y de todos los ficheros que se hayan subido al sitio web o hayan sido modificados con respecto a sus originales: temas, plugins, imágenes, documentos, etc.
Una vez finalizada la copia de respaldo o backup, hay que desactivar los plugins y subir por FTP los nuevos ficheros que sustituyen a los ya existentes. Acto seguido, se ejecuta el script de actualización, upgrade.php, se reactivan los plugins uno a uno (mejor si se comprueban los efectos de cada uno de los plugins de forma individual, para identificar y aislar los posibles fallos) y ya está.
La actualización de WordPress a la versión 2.0.4 ha funcionado de maravilla. De momento, no he observado ningún problema con los veinticinco plugins que tengo instalados en CMS, que ya es decir.
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