En la entrada del lunes 9 de octubre hice público mi propósito de instalar un Linux en el portátil, y de derrotar a Ubuntu/Guadalinex o, al menos, firmar una honrosa paz con estas distribuciones. Hoy me satisface declarar que mi Acer Aspire 1513LMi ya arranca doblemente con su XP nativo y una Guadalinex 3.0.1 recién estrenada. Lo del Linux andaluz ha sido coser y cantar: tras las preguntas de rigor, se ha desatado un proceso de instalación rapidísimo (mucho más que el de Windows), que deja la máquina a punto de caramelo, con un montón de software ya configurado y una casi perfecta integración con la red de Windows. Sólo he observado dos pegas:
- De las dos particiones que he reservado para Windows (la de arranque, en /dev/hda1, y la de datos, en /dev/hda5), Guadalinex sólo ha montado la primera. No se trata de un problema con particiones NTFS, porque tanto la de sistema como la de datos son FAT32, así que tal vez sea por precaución, o por algún otro motivo que desconozco.
- Aunque la instalación reconoce perfectamente el hardware de la tarjeta inalámbrica integrada, basada en un chip Broadcom BCM4306 802.11b/g wireless LAN, no consigue por sí misma que funcione la conexión inalámbrica.
El primer problema lo he solucionado editando el fichero de configuración /etc/fstab, al que he añadido la línea correspondiente a la unidad de Windows (por cierto, he añadido también la opción utf8, para evitar que los directorios cuyos títulos incluyen caracteres españoles como tildes y eñes aparezcan con una indicación de fallo de codificación). Tras reiniciar la sesión, todas las unidades y sus correspondientes contenidos aparecen en su sitio y accesibles.
El segundo problema tiene bastante más enjundia y misterio y, aunque ya he dado con la clave para resolverlo, no estoy del todo seguro de que lo haya logrado definitivamente. Comencemos por el principio: Guadalinex no instala un driver para la Broadcom porque esta empresa no se ha molestado en liberar un controlador para Linux. El usuario, por tanto, tiene que recurrir a NdisWrapper para acceder al hardware de la tarjeta mediante los drivers originales para Windows, y a continuación editar una serie de ficheros (/etc/wpa_supplicant.conf y /etc/network/interfaces) que hacen posible la configuración del interfaz inalámbrico, su conexión al punto de acceso y la negociación de la encriptación (que en mi caso es WPA-PSK con cifrado TKIP).
Tras mucho enredar por aquí y por allá y probar distintas configuraciones (quien esté interesado en este asunto puede consultar los tutoriales WPAHowTo de Ubuntu y la página WPA-NdisWrapper del NdisWrapper Wiki), he conseguido que mi portátil establezca contacto con el punto de acceso inalámbrico y que negocie adecuadamente la clave WPA-PSK que encripta el tráfico de red.
Una vez establecida la conexión, todo funciona perfectamente. No he hecho comprobaciones exhaustivas de rendimiento de la tarjeta inalámbrica integrada, pero tampoco son imprescinidibles. Me conformo con que la conexión WiFi bajo Linux me dé acceso a la web y al correo electrónico. Por el momento, no necesito más.
Alejandro Valero dice
Eduardo, ya te he apuntado en mi lista de damnificados por la epidemia de Linux. Espero que este virus te dure toda la vida. :-)
Eduardo Larequi dice
En realidad, tendrías que apuntarme, Alejandro, a la lista de damnificados por el virus de la cabezonería, ese virus cuyos efectos tan gráficamente describe el conocido chiste:
– ¿Sabes cómo se meten cien navarros en un 600?
– Diciéndoles que no caben.
Alejandro Valero dice
Pues debe de haber algo de cabezonería en ese virus de Linux, porque mi familia es de origen aragonés, y ellos son también muy cabezones, no sé si tanto como los navarros, porque no quiero que se enfrasquen en comparaciones. Estaría bueno saber quiénes son más cabezones, si los navarros o los aragoneses, pero eso, como es lógico, les podría llevar años dilucidarlo… :-)
Jesús Serrano dice
¡Hola Eduardo!
Estoy mirando portátiles para hacerme con uno, mi idea es instalar XP y Linux, veo que tú lo has conseguido.
Yo estoy en niveles más bajos pues tengo dudas sobre las características que debe tener el portátil para que no tenga que actualizarlo nada más comprarlo. Realizaré un estudio sobre portátiles pero una ayudita no me vendría mal.
Un saludo.
Carmen dice
Enhorabuena, Eduardo. A mí también me costó un poco configurar la inalámbrica, pero ya funciona (aunque no sé por qué, ni recuerdo cómo…). ¡A disfrutarlo!
Eduardo Larequi dice
Carmen, lo de las inalámbricas es un cachondeo, tanto en Linux como en Windows. En mi casa me ocurren fenómenos cuasi paranormales con la conexión, así que me creo cualquier cosa que me cuentes.
Sobre los portátiles apropiados para Linux, Jesús, es muy difícil dar orientaciones fiables. Muchos portátiles de marcas conocidas implementan soluciones de hardware-software que no tienen equivalentes directos en Linux. Si quieres un arranque dual que te permita utilizar todas las funciones del portátil, mi consejo es que no compres uno de ultimísima generación (hoy he visto algunos en El Corte Inglés que me han hecho salivar de entusiasmo).
En cualquie caso, hay abundante documentación sobre este asunto. Puedes comenzar echando un vistazo a las direcciones que se recomiendan en http://bulma.net/body.phtml?nIdNoticia=1047.
Suerte y paciencia, que siempre hacen falta.