Cuando Pilar vuelve del cole por la tarde, y me encuentra en mi rincón, tecleando furioso como un poseso, jugando al Age of Empires o tirado en el suelo, con el destornillador entre los dientes como un pirata informático, envuelto en cables y con pelotillas de polvo entre los rizos, suele saludarme con un achuchón y con su grito de guerra favorito: «¡qué tal está el Tigre en su guarida!»
Es, sin lugar a dudas, uno de los mejores ratos del día, el momento propicio para descansar del frenesí bloguero, de las inacabables estrategias conquistadoras (yo siempre juego con los españoles, que tienen galeones de gran alcance y puntería mortífera) y de esos minuciosos ajustes de hardware que tanto me gustan, aunque en realidad constituyan una versión moderna y descafeinada del mito de Sísifo.
Ni obstante, conviene precisar que, al menos hasta ayer, «la guarida del Tigre» era, además de una metáfora, una hipérbole, porque el rayado felino vivía en ella como un modesto inquilino con derecho a alojamiento, sí, pero con una exigua provisión de recursos. Como el blog va creciendo en alcance, visitas y exigencias, el Tigre se ha decidido a invertir unas perrillas en un dominio propio y un plan de alojamiento un poco más holgado. El resultado se puede comprobar en un flamante dominio, ya operativo, labitacoradeltigre.com, que ojalá tarde en propagarse por Internet lo que el proverbial incendio por las copas de los árboles. Todavía no he cambiado de lugar los ficheros del blog, y me he limitado a una redirección de labitacoradeltigre.com a blogdeltigre.coconia.net, que sigue siendo, hasta nuevo aviso, la dirección real.
No sé cuánto durará esta situación de interinidad. Yo la había previsto muy breve, pero tal vez se alargue debido a los problemas de tráfico y elevada utilización de CPU del servidor que viene experimentando el blog en su actual alojamiento. Tengo que considerar con cuidado si me paso a otro servicio de hospedaje o si mantengo el actual. Por tanto, de momento no hace falta que actualicéis vuestros favoritos, marcadores y blogrolls, y tampoco es necesario que renovéis vuestras cuentas de Blinklist, Netvibes, Del.icio.us o lo que corresponda en cada caso. Prometo avisar con tiempo suficiente (¿un día es bastante?) para que nadie se quede sin su cotidiana ración de rugidos.
Mª José Reina dice
Vaya, ¡ cuántas mudanzas leo por la blogosfera! Ganar en independencia siempre es para bien. Felicidades.
Yo llevo más de un año administrando el servidor web de mi centro, y la verdad es que me encanta. Hay días que el Filezilla echa humo.
El día que no tenga «mi mansión» abierta a la red, la voy a hechar mucho de menos.
Jesús Serrano dice
Ya son varios los que han hecho la mundanza virtual. Yo la voy a realizar en la vida real.
Ahora estoy viendo muebles y cocinas, otros ven plantillas y plugins;
antes dí de alta el agua y la luz; algunos sus servicios hostings;
falta dar de alta el gas natural, empadronarme;
otros actualizar links y redireccionarse.
Y que me dices de la morriña que entra el dejar lo que tienes a la hora de hacer el cambio; en el virtual falta decidirse y avisar a todos del cambio.
Bueno supongo que ganamos con el cambio.
Eduardo Larequi dice
Desde luego, una mudanza real estresa mucho más que un cambio de alojamiento. Pero incluso este último tiene lo suyo.
De tocas formas, todavía queda bastante hasta que labitacoradeltigre.com sustituya a la ubicación actual. María José, Jesús, ya os avisaré.
corsaria dice
Enhorabuena por ese cambio, espero que sea para mejor. Ya puestos quizás te interesa hacer también un .es total ahora te saldría gratis. Lo del aviso del cambio quizás debas anunciarlo en el último post en coconia e indicando el feed nuevo. Lo digo para que quienes te leamos vía feed, podamos actualizar al nuevo. O mejor que crees un feed en feedburner. :-)
Eduardo Larequi dice
Gracias por el aviso, Corsaria. No te preocupes que en cuanto el cambio esté completado, lo avisaré. Excelentesla idea de dar la referencia del feed, y la propuesta de Feedburner.