
Parece mentira, pero incluso en condiciones de luz muy deficientes (eran casi las diez de la noche) la PDA es capaz de sacar fotos tan apañadas como ésta. El motivo, un llamativo desfile nocturno de coches en Motril, concretamente por las calles aledañas al puerto de la ciudad granadina.
En realidad, los coches no eran tan antiguos: unos cuantos Seiscientos, algunos Escarabajos, algún Dos Caballos, y dos o tres descapotables como el de la foto. Todos brillantes y lustrosos, todos con la bocina a plena potencia, metiendo ruido y haciéndose notar.
Supongo que la razón del evento es lo de menos, y que lo que importa es pasárselo bien, como corresponde a una cultura mediterránea para la que el silencio y la discreción son poco menos que extravagancias.

Últimos comentarios