
Siguiendo el surco de las ludoteces finisemanales que han abierto Antonio Solano y José María González-Serna (el primer neologismo es de Antonio, pero el segundo mío) me he dedicado a perder un rato en la página de Reconocimiento facial de My Heritage. Los resultados no podían ser mejores y más variados, pues aquí hay de todo: terroristas contumaces, un ex jefe de estado (que tiene bastante parecido con mi padre, dicho sea de paso), un ex actor metido a gobernador californiano (ya me gustaría a mí tener unos abdominales tan prietos como los suyos) y, lo que más me alegra, un guaperas oficial como Val Kilmer.
Que me parezca también a doña Hillary Rodham Clinton no sé si es una ventaja o un inconveniente. Pero tener un aire a Moorcock y a Lem, dos autores a los que he leído con mucho gusto (y con el primero, hace bastante tiempo, hasta me eché unas parrafaditas en inglés), es todo un honor.
Ya sé qué puedo hacer si me canso del trabajo: dejarme las barbas, que me salen ya canosas, como las sienes, ceñirme una toalla a la cabeza, y alquilarme por horas, en las fiestas golfas, haciendo de sosias de Bin Laden.
Adenda del 10 de mayo de 2018
Con fecha que no he conseguido precisar, el collage al que me refería en este artículo ha desaparecido, razón por la cual también he suprimido el enlace a la imagen.
La galería de parecidos está creciendo enormemente en los blogs que visito con asiduidad.
Ando pensando en sacarle partido a esta «utiludotez». ¿Un ejercicio sobre la descripción? ¿Un análisis comparativo de los rasgos faciales comunes?
Ideas…
Podría quedar francamente bonito un ejercicio de prosopografia, adornado con el cuadro de honor de los parecidos posibles o imposibles.
Y todavía mejor (pero bastante más difícil y mucho más comprometido), un ensayo sobre la irresistible vanidad humana.
He entrado varias veces en tu blog en las últimas horas y ‘francamente’ ando desconcertado:
¿Cómo puede permanecer impasible Chuachenéguer teniendo encima a Binladen? ¿A qué espera para sofreírlo? ¿Acaso no se acuerda ya del ‘sayonara beibi’…?
Perdona, no es por molestar, pero en ese sitio no tienen ni idea. En esa foto eres igual al bajito del Duo Dinámico, y ni siquiera lo han sacado.
Pues tienes razón, no había caído.
Esto me recuerda al juego aquel de los seis grados de separación, que también fue una película, y una serie de artículos de Marsé.
Y fantaseando un poco, no estaría mal un servicio webdosceriano de estos que añadiese al analizador estético uno «semántico», y nos devolviese la imagen de un famoso con un carácter psicológico similar.
Aquí ya sería preocupante el parecido con Bin Laden o con Chuachenáguer.
:-)
Excelente idea, Néstor. Y, ya puestos, un plugin que analizara el contenido de los blogs y estableciera «parecidos sorprendentes».
Aunque, bien pensado, creo que para una tarea son mejores nuestros modestos cerebros que los mejores artefactos de programación.
Por cierto, te habrás fijado en que he recuperado los gravatares, que se habían perdido como consecuencia de una de las últimas actualizaciones del tema Tarski.