Hacía algún tiempo que venía pensando en dedicar un rato a la investigación de las posibilidades didácticas del servicio de búsqueda de libros de Google (Google Book Search), y ayer Paco Muñoz de Peña me dio el empujón definitivo para ponerme a la tarea, con su artículo Insertar libro de Google Books en tu web, que proporciona la técnica para integrar el visor de libros de Google en el código HTML de la página web.
No hace falta insistir en las ventajas que para se derivan de la posibilidad de insertar en una publicación online (sea una página web estática, un blog, un wiki, etc.) un fragmento de una obra o la obra completa, pues de esta forma los alumnos tienen a su alcance el texto, junto con las herramientas informáticas y de búsqueda de información que permiten operar sobre él. Naturalmente, no todo son ventajas, pues la lectura en pantalla sigue siendo más incómoda que en papel (además de que no se pueden hacer marcas sobre el texto), y muchos de las obras que Google Book Search tiene en catálogo están incompletas, habitualmente por las limitaciones que impone el copyright.
Para probar las posibilidades de este servicio, he buscado uno de mis libros favoritos –El mundo perdido, de Arthur Conan Doyle, del que ya traté en este blog, hace algo más de un año-, he incrustado el código correspondiente en esta entrada (un código que se puede obtener con tal de conocer el ISBN de la publicación, gracias al Preview Wizard que facilita Google Book Search), y me he puesto a la tarea de diseñar una serie de actividades que saquen partido de la aplicación y del resto de herramientas y servicios informáticos a los que tienen acceso los alumnos cuando se conectan a Internet. A continuación figura el texto incrustado y una batería de actividades que implican la puesta en práctica de diversas destrezas y competencias: lectura comprensiva, análisis literario, técnicas de búsqueda y selección de la información, manejo de distintos tipos de documentos y formatos, etc.
Actividades a partir de un fragmento de El mundo perdido, de Arthur Conan Doyle.
- Localiza la descripción del personaje del Profesor Challenger. Indica las páginas en las que se encuentra, dónde comienza y dónde termina. Una pista: puedes utilizar la función de búsqueda del interfaz de lectura del libro.
- De acuerdo con el contenido del fragmento, señala a qué tipo de descripción corresponde la del Profesor Challenger: prosopografía, etopeya o retrato. Para responder a esta pregunta, consulta antes la página web sobre La descripción. Tienes que argumentar tu elección y señalar aquellos rasgos o características del texto que la justifican.
- Explica la estructura de la descripción: partes, relación entre las partes, disposición de los elementos que forman el texto. Para responder a esta pregunta, conviene que hagas un esfuerzo por imaginar cómo es el Profesor Challenger, y cómo lo va «pintando» o «dibujando» el autor con palabras.
- ¿Crees que se trata de una descripción objetiva o subjetiva? ¿Puede decirse que la descripción es una caricatura? Argumenta la respuesta con las razones o explicaciones que consideres oportunas.
- Para finalizar, te propongo una interesante actividad que implica el manejo conjunto de textos e imágenes: el narrador dice que la figura de Challenger le hacía pensar en un «toro asirio». Se trata de que expliques el sentido de esta metáfora, y para ello debes buscar en Google textos e imágenes ilustrativas de la metáfora. Una pista: utiliza secuencias de búsqueda que tengan que ver con los conceptos de «arte» y «asirio». Otra pista: utiliza la función de búsqueda de imágenes de Google, que te permitirá ilustrar tu respuesta. Para ello, puedes crear una tabla en el procesador de textos con dos columnas: en la de la izquierda, pega la imagen de Challenger, tal como se presenta en una de las ilustraciones del libro (tendrás que capturar la imagen con ImpPnt); en la de la derecha, la foto de un «toro asirio».
Con los resultados de tu investigación, redacta un documento en tu procesador de texto, identificando claramente la respuesta a cada una de las preguntas. Cuando lo hayas terminado, corregido (¡acuérdate de repasar la redacción y la ortografía!) y firmado, envíaselo a tu profesor por correo electrónico.
Antonio dice
Esto tiene muy buena pinta y, tal como lo propones, me parece que puede servirnos para plantear actividades de lecturas muy interesantes. Habrá que darse un tiempo para trastear.
Gracias.
Francisco Muñoz de la Peña dice
Me alegra enormemente haber provocado en tu mente el torrente de creatividad que has desarrollado al idear esta actividad para los alumnos.
Un abrazo de Paco
celestino arteta dice
Excelente la propuesta Eduardo. Por supuesto «tu procesador» de texto puede ser sin duda Google Docs y se lo puedes enviar a tu profesor a través de Gmail. Es increible todo el provecho educativo que se le puede sacar a este tipo de herramientas web 2.0. Pero para que lleguen a las aulas hay que superar todavía muchos inconvenientes: Desconocimiento de las mismas por parte de gran parte del profesorado, conexiones generalizadas de adsl, más equipos para los alumnos (no tanto aula de informática)….De momento le sacan partido algunos entusiastas…Pero todo se andará.
Un saludo y sigue dandole a la creatividad
Eduardo Larequi dice
Antonio, Paco, Celestino, me alegro mucho de que os guste la actividad a los tres. Como sugiere el título de la entrada, es sólo una propuesta, apenas un experimento mental. Creo que el recurso de Google Book Search puede ofrecer muchas posibilidades si el profesor consigue dar con el libro o el fragmento textual adecuado, y si la actividad no resulta demasiado complicada.
En este sentido, me permito discrepar contigo, Celestino, con respecto al riesgo de excesiva «webdoscerización» de este tipo de actividades. Aunque reconozco el potencial de las herramientas online, yo creo que la actividad resulta algo más completa si el resultado del trabajo se guarda en local, pues ello implica técnicas diferentes de manejo y recuperación de la información.
Además, hay un factor de calidad del producto final que no debe despreciarse: los procesadores de texto online, hoy por hoy, no permiten un formateo tan preciso y tan fino como el de los procesadores de texto convencionales. Y yo soy un obseso de la calidad de la redacción y la presentación.
celestino arteta dice
De cualquier manera Eduardo, ya sea en local u online, la actividad implica el manejo y puesta en práctica de una variada gama de competencias digitales. Además el alumno , con todos los datos recogidos (textuales e imágenes) tiene que «construir» su trabajo. El aprendizaje en este caso creo que está garantizado.
Saludos