
Tras poner en práctica tres o cuatro actualizaciones en blogs de pruebas y otros sitios de escaso tamaño (incluido algún multisitio no demasiado exigente), ayer me decidí a actualizar La Bitácora del Tigre a la versión 3.3. de WordPress, publicada el pasado 12 de diciembre. Como siempre, tomé las debidas precauciones: hacer una copia de seguridad de la base de datos (en realidad, y para mayor seguridad, guardé dos copias, obtenidas mediante dos procedimientos diferentes), poner a buen recaudo los ficheros y subdirectorios del directorio /wp-content, salvar el contenido de varios directorios personalizados en los que almaceno diversos elementos del blog, y guardar los ficheros esenciales que contienen la configuración del blog: el .htaccess, el wp-config.php y otros que por motivos de seguridad no puedo citar aquí.
También elaboré un documento en el que consta una relación completa de los plugins que tenía activados, pues sé por experiencia que es muy fácil olvidarse de alguno, y tras desactivarlos todos con la única excepción del plugin antispam Akismet, pulsé el botón de Actualizar. Aunque el proceso solo tardó uno o dos minutos en completarse, no pude evitar imaginar las más variadas catástrofes durante esos breves instantes en los cuales el sistema se gobierna a sí mismo.
Afortunadamente, casi todo salió bien. Digo “casi todo” porque al reactivar los plugins uno a uno, y comprobar sus efectos e interacciones, me encontré con que un par de widgets habían desaparecido: el creado por el plugin Query Posts, del que traté hace ya bastante tiempo en el artículo La magia de los widgets de WordPress 3, y otros dos asociados al megaplugin Jetpack. En el primer caso, no fue fácil recuperar la configuración, porque el widget tiene tantos parámetros que me costó un buen rato dar con la combinación adecuada. En el segundo, bastó con volver a introducir los datos de conexión con WordPress.com (no sé por qué se perdieron) para recuperar los widgets y volver a disfrutar de su funcionalidad.
Tiempo habrá de comprobar si WordPress 3.3 es tan bueno como dicen. El cambio más evidente del backend, que tiene que ver con los nuevos menús desplegables y la barra de administración obligatorios, no me hace demasiado feliz, pero estoy seguro de que en poco tiempo me acostumbraré. Por el contrario, el cargador multimedia unificado y su sistema de “arrastrar y soltar”, me parece una innovación muy acertada, pues supone para los usuarios menos expertos un gran ahorro de dolores de cabeza. Sobre los demás cambios, y a falta de una experiencia más consolidada, me reservo la opinión; cuando la tenga, ya habrá oportunidad de hacerla constar en mi cuenta de Twitter.
Aprovechando las tareas de mantenimiento en las que invertí buena parte de la tarde de ayer, y con el propósito de cumplir con una de las tradiciones de este blog, la de las felicitaciones y adornos navideños, he instalado un plugin de ocasión, denominado Christmas Ball on Branch, que hace justamente lo que su nombre indica: incluir en el ángulo superior derecho de la cabecera un motivo navideño. Como la imagen de la bola animada sobre la rama de un abeto no me gustaba demasiado, la he sustituido por una guirnalda, obtenida de la página Christmas Wreath Clip Art.
Seguro que su diseño no es el más elegante y afortunado del mundo, pero me sirve para desearles a todos ustedes, lectores y lectoras de La Bitácora del Tigre, unas felices navidades y un próspero año nuevo 2012.
Actualización del blog a WP 3.3 y felicitación navideña, todo en uno: http://t.co/bt7F65G9
¡Feliz Navidad, Eduardo! De WordPress, poco puedo decir…:(
Gracias, Carlota. Lo mismo te deseo. Que disfrutes de las fiestas (y de WordPress, claro).
¡Felices fiestas! Siempre te sigo.
Gracias, Pilar. A ti que te gusta la literatura fantástica, te recomiendo un buen libro de cuentos de John Collier: Fiesta en una botella (editorial Contraseña). Y, por supuesto, felices fiestas también para ti.