No, no basta con tomárselo con calma, al menos, si se trata de hacer una película. Conviene tener a mano una historia, un guión mínimamente coherente y unos actores que se crean, aunque sea con las reservas mentales de rigor, lo que están haciendo. Si estos elementos fallan, lo que resulta es un bodrio, por mucho que la apariencia del film (el look, como se dice ahora), sea muy enrollada y muy moderna.
Viene todo lo anterior a propósito de la película Be Cool (la he visto traducida como ‘Quédate tranquilo’, o ‘Tómalo con calma’), de F. Gary Gray, protagonizada por John Travolta y Uma Thurman, que vi ayer, con la esperanza más bien escasa -ya había leído alguna crítica muy acerba- de repetir las buenas vibraciones que me produjo en su día Cómo conquistar Hollywood, que en gran medida fue obra del mismo equipo que ha intervenido en Be Cool.
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