El boca a boca funciona de vez en cuando como un sistema de promoción inmejorable. Yo, que no hago mucho caso de la tele, que apenas si he visto un par de las delirantes parodias de Homo zapping, no había prestado demasiada atención a Tapas, una producción española, dirigida y escrita por José Corbacho (el mismo showman del programa de Antena 3 que fustiga a media humanidad con sus tronchantes imitaciones) y Juan Cruz. Me la recomendaron vivamente, y fui a verla antesdeayer, con ciertas prevenciones que se desvanecieron a los cinco segundos de comenzar la película.
Tapas consigue que el espectador se identifique con su historia, con el ambiente que retrata, con su riquísima galería de personajes, desde los primeros fotogramas. Hay una poderosa corriente de autenticidad, de vida bulliciosa y un tanto anárquica, que recorre todo el filme con una fuerza avasalladora. Y hasta las sensaciones físicas que emanan del retrato de la vida de barrio -rodada en Santa Eulàlia, en L’Hospitalet de Llobregat, que es el barrio donde nacieron y se criaron sus directores-, el calor sofocante, la luz intensa, mediterránea, el apiñamiento, la bullanga, los sonidos de la calle, son inmediatas, poderosas y creíbles.
Últimos comentarios