Durante las dos últimas semanas, he estado investigando sobre la mejor manera de poner un entorno multisitio de WordPress en “modo de mantenimiento”, lo que equivale a hacerlo inaccesible para todos los visitantes y usuarios del blog excepto para el superadministrador. El objetivo de este proceso es impedir que, durante las tareas de mantenimiento que de vez en cuando hay que llevar a cabo en este tipo de instalaciones, puedan realizarse cambios que comprometan el buen funcionamiento de la aplicación o supongan alguna modificación no deseada de la base de datos.
Lo cierto es que WordPress ya incluye su propio modo de mantenimiento, aunque no es todo lo evidente que debiera, sobre todo si lo comparamos con otros CMS como Joomla!. En efecto, mientras se lleva a cabo una actualización desde el backend de WordPress, el programa se torna inaccesible para los visitantes, a quienes muestra una página con un mensaje de advertencia. Dada la rapidez con que se llevan a cabo las actualizaciones, en la mayoría de las ocasiones este cambio de estado resulta imperceptible tanto para los usuarios registrados como para los visitantes del sitio, pero a veces la actualización se prolonga más de lo esperado (véanse los artículos Actualización a la versión 3.1.3 de WordPress, Actualización (con suspense) a la versión 3.1.2 de WordPress y Actualización a WordPress 3.1.1, con algún susto de por medio), o fracasa, dejando el blog inoperativo.
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