El anuncio de Google de que tiene intención de digitalizar millones de libros para volcarlos en su ubicuo y omnipotente buscador es una de las noticias más interesantes que han aparecido por la Red en los últimos tiempos. Al margen de sus aspectos técnicos, organizativos y legales, yo siempre he pensado en este proyecto como la realización de la biblioteca universal e infinita que Jorge Luis Borges plasmó de forma tan brillante en sus cuentos y ensayos.
Ya sé que no todo el mundo piensa lo mismo, que muchos consideran que este proyecto es otra muestra del imperialismo yanqui, amenazador de su singularidad cultural, y que hay cuestiones legales, relacionadas con la protección de los derechos de autor y la propiedad intelectual, que no están del todo resueltas.
Sin embargo, lo que yo pido es que Google finalice cuanto antes esa magna empresa, que no parece menos maravillosa e hiperbólica que la de la biblioteca universal del relato borgiano. Y pido también que cunda el ejemplo: digitalización de todo lo que merezca la pena, no sólo de los fondos de bibliotecas norteamericanas, y puesta a disposición, para todos los internautas, de forma gratuita y universal, de esas miríadas de libros y documentos acumulados por la humanidad desde su origen, que en muchos casos no hacen más que coger polvo en los anaqueles de las bibliotecas.
JM dice
A ver si es verdad y se hace cuanto antes