
El otro día, a través de una larga cadena de blogs (Planeta educativo > El suplemento ocasional > DigiZen > Bitácora del galeón), me enteré de la existencia de Tagzania, un sitio web dedicado a unir etiquetas con lugares. Al registrarse, el usuario puede añadir lugares a una cuenta personal, para ir creando y documentando sitios, mapas, etc. Cuando se añade un lugar, es posible etiquetarlo con palabras clave, lo cual permite no sólo guardar mapas personalizados, sino también crear territorios compartidos entre usuarios.
Me pareció una iniciativa interesante, y le eché un vistazo, pero no me decidí a participar. Hoy, gracias al impulso de Felipe Zayas, me he dado de alta en Tagzania, he hecho el recorrido por el mapa, y he anotado la correspondiente referencia a La Bitácora del Tigre.
Al acabar la redacción de esta entrada me he dado cuenta de que la cadena de blogs es el resultado de un meme convocado por Bitácora del galeón y destinado a los docentes blogueros del ámbito hispanohablante. Yo no sé que nadie me haya invitado, pero me da igual, me invito yo solo a participar de este proyecto tan curioso e instructivo, y animo a que otros lo sigan.
Queda genial el mapa, y más bajo un título de resonancias tan exóticas y evocadoras como el que he puesto a esta entrada. Parece el título de una película de aventuras de los años treinta. Ya oigo el ruido del tam-tam, los rumores de la jungla, el rugido desafiante del león y los gritos de los nativos…
Se nos fue Felipe Zayas
Aprovecho la ocasión que me brinda la edición de esta entrada para rendir un sentido homenaje a Felipe Zayas, fallecido en abril de 2018. Hace ya bastantes años, Felipe y yo compartimos una intensa relación bloguera y algunos proyectos comunes. Descanse en paz.
El mapa del Tigre en Tagzania ha desaparecido
El mapa de Tagzania al que hago referencia en este artículo ha desaparecido, o al menos no está accesible en su antigua URL, así que lo he eliminado. Y como no hay manera de encontrar una imagen destacada que pueda relacionarse con el tema de esta entrada, he optado por la vía más cómoda: incluir una vista aérea del monte Kilimanjaro, cumbre maxima de Africa y de la Tanzania de verdad.
Pues el título sí que tiene esas resonancias que dices.
He tratado de localizar en el mapa el Hotel Maisonave, donde me he hospedado cuando he dado algún curso en Pamplona, y donde tan bien he comido y he bebido (Ochoa tempranillo), pero no doy con la calle.
El Hotel Maisonnave alza sus venerables muros en la Calle Nueva, 20. Tienes que desplazarte en el mapa hacia arriba y hacia la izquierda. Justo bajo el rótulo de «Pamplona» se ve un espacio cuadrangular, que corresponde a la Plaza del Castillo. Un poco más al norte, y al oeste, en sentido oeste-este, discurre la Calle Nueva (Kale Berria, en euskera). Por ahí anda el hotel.
Por cierto, la sede del Departamento de Educación, donde trabajo, está muy cerca (en la Calle de Santo Domingo-Santo Domingo Kalea). Si vuelves a Pamplona y te alojas en el Maisonnave, mándame un email.
Que vuelva o no depende de que se me invite. Desde que cambió la responable de la asesoría parece que ya no se acuerdan de mí. O, lo más probable, es que ya estén cansados de oírme.