En alguna ocasión he puesto de manifiesto en esta bitácora mi fascinación por los barcos y los aviones. Siempre que puedo, me pego una «jartá» de sacar fotos de unos y otros. Lo que pasa es que cada vez puedo menos: hace años, cuando iba de vacaciones con mis padres y hermanos, los puertos comerciales eran lugares caóticos y sucios, pero abiertos al público. Ahora tienen un aire más limpio y civilizado, pero se han convertido en fortalezas inaccesibles, cerradas por verjas y custodiadas por guardias de seguridad con cara de pocos amigos. De los aeropuertos más vale no hablar: si uno se atreve a sacar la cámara para apuntar a un Boeing 747 o a un Airbus A380, corre el riesgo de que lo interroguen, lo cacheen y hasta lo sometan a un tacto rectal.
Como destinatarios de las apetencias del fotógrafo aficionado, los barcos constituyen un objetivo muy agradecido: grandes y, por lo general, lentos, siempre se las ingenian para mostrar su mejor perfil. Los aviones, en cambio, son como moscas cojoneras: pequeños, elusivos e impredecibles, vuelven loco al fotógrafo y continuamente desafían su competencia técnica. El resultado es, al menos en mi caso, totalmente previsible: bastantes fotos de barcos más o menos apañadas y unas cuantas de aviones absolutamente impublicables.
Lo de las flores es un interés de orden diferente, pues suelo fotografiarlas para distraerme de mis habituales reportajes de «bodas y bautizos», o de las crónicas de vacaciones (Pilar suele decir que así sublimo el lado hortera de mi personalidad), o para hacer experimentos de iluminación y enfoque. Me gustan, sobre todo, las humildes plantas silvestres, la inmensa mayoría de cuyos nombres y características desconozco, aunque no les hago ascos a las opulentas flores de jardín.
Todo esto viene a propósito de las últimas colecciones que acabo de subir a mi cuenta de Flickr: dos conjuntos de fotografías que también pueden consultarse desde las páginas de La Bitácora del Tigre, gracias al plugin FAlbum. He aquí los enlaces:
- Flores en Flickr.
- Barcos en Flickr.
- Flores en La Bitácora del Tigre.
- Barcos en la Bitácora del Tigre.
Como aperitivo de ambas colecciones, he aquí dos fotos representativas: la primera fue tomada cerca de Niza, en la Costa Azul francesa, en el verano de 2005; la segunda, de una jara pringosa, en la cola del embalse de Alcántara, en Extremadura, en la primavera de 2006.
Aldana Cameria dice
Es muy lindo el tigre yo no lo conosco pero voy a ir.
Aldana