Los que conocen bien las interioridades de WordPress (gente como Charity Ondriezek y Aaron Brazell) llevan unas cuantas semanas escribiendo sin parar sobre las novedades y mejoras de la versión 2.3: alertas de actualización, soporte integrado para etiquetas, gestión de URLs amigables más eficaz, etc.
Todas estas novedades, claro está, no salen gratis, pues la estructura de la base de datos de la nueva versión incorpora cambios muy importantes, que provocarán inevitables problemas de compatibilidad, especialmente en aquellos plugins que sirven para administrar las categorías y las etiquetas del gestor de contenidos.
Y si todo esto no fuera suficiente para complicarnos la vida, van los autores del tema Tarski (que este blog ha lucido con orgullo durante una larga etapa de su existencia) y, en su meritorio esfuerzo por mantener la necesaria coherencia entre sus plantillas y la evolución de WordPress, realizan profundos cambios en el tema, que exigirán, a buen seguro, muchas horas de pelea con las mil y un funciones que a lo largo de su historia ha ido incorporando La Bitácora del Tigre.
Ponerse el mono de trabajo
No hace falta tener una bola de cristal para adivinar lo que nos espera a los sufridos blogueros en esta actualización: sangre, sudor, y acaso alguna lagrimita que otra, al tener que renunciar a algunas de nuestras criaturas más queridas, a partir del 24 de septiembre, que es la fecha anunciada de aparición de WordPress 2.3. Será preciso, pues, ponerse el mono de trabajo, ajustarse los machos y dedicar unas cuantas horas de esfuerzo a la preparación de esta decisiva actualización.
Adenda del 30 de mayo de 2020
Al repasar esta entrada he reparado en la mención del tema Tarski, que en su día utilicé en este blog. Pues bien, aunque el tema no ha sido actualizado desde diciembre de 2012, sigue disponible en el repositorio oficial de WordPress. Me alegro por él y por sus autores.
CioN dice
a mi todo esto de actuslizar todas las cosas y tener k remodificar todo me da tanta pereza k creo k lo dejare pasar al menos durante un tiempo, que estamos siempre pringados…
Lu dice
Yo ando estos días peleándome (sin mono) con un WordPress para mi instituto. Finalmente, en aras del pragmatismo, me he decidido por Blogger. Ya trastearé a ratitos. Ahora tenemos que ponernos a trabajar y no queda tiempo para el bricolaje informático.
De todas formas, seguiré atenta a las informaciones de las novedades. Nunca se sabe cuándo puedes necesitarlas.
Eduardo Larequi dice
Efectivamente, da pereza tener que invertir tanto tiempo y energías en las actualizaciones (o en corregir la escritura, CioN), pero también es necesario velar por la seguridad y la funcionalidad.
Yo tengo muy claro que no hay punto de comparación entre Blogger y WordPress, Lu, pero al mismo tiempo me doy cuenta de que, a menudo, lo mejor es enemigo de lo bueno. Si un blog en Blogger te sirve, adelante con él.