En una de sus muchas frases célebres Jorge Luis Borges afirmó que nadie conoce enteramente su biblioteca. Ni siquiera con un buen catálogo informatizado, cabría añadir, porque cualquier base de datos bibliográfica presenta, casi inevitablemente, inconsistencias, incoherencias, olvidos y errores. Yo llevo muchos, muchísimos años fichando con todo cuidado los libros que llegan a mis manos y a las de Pilar, y a pesar de mi vigilancia sigo cometiendo fallos y rectificando errores que voy descubriendo por entre los registros más antiguos.
La base de datos de nuestra biblioteca es, probablemente, el trabajo que mejor refleja mi trayectoria en el mundo de la Informática, pues comenzó a fraguarse en los tiempos del MS-DOS y del dBase3, aunque sólo con la aparición de Access 97 comencé a comprender y a asimilar los misterios de las bases de datos relacionales, los índices, las consultas y los formularios. Posteriormente, la difusión de sitios web que permitían alojar gratuitamente una base de datos MySQL me permitió crear una aplicación online para la consulta de mi biblioteca. Cuando contraté el plan de alojamiento de La Bitácora del Tigre, pude trasladar esa aplicación a un directorio propio y desde ayer está incluida en un subdominio en el que espero permanezca, creciendo y creciendo, durante mucho tiempo. Como muestra de las muchas consultas que contiene, he aquí el catálogo completo de los libros de Eduardo Larequi, los últimos veinte libros fichados y un formulario de búsqueda que permite localizar libros a partir de cinco o seis campos diferentes.
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