Los aficionados al cine de ciencia ficción tenemos una deuda de reconocimiento con Peter Hyams, director que ha mostrado una nada común fidelidad al género, con películas como Capricornio Uno (1978), Atmósfera cero (1981), 2010 (1984), Policía en el tiempo (1994), The Relic (1997), o El fin de los días (1999). Como se ve, una lista nada desdeñable, que ahora hay que completar con El sonido del trueno, estrenada en nuestras carteleras el pasado viernes.
A pesar de su constancia, Hyams no tiene el prestigio de otros cineastas entregados a los géneros de la imaginación, como James Cameron, David Cronenberg, Terry Gilliam, Alex Proyas, Sam Raimi o incluso Steven Spielberg. A tal circunstancia es probable que haya contribuido el hecho de que el cine de ciencia ficción de Hyams es bastante irregular, pues en él conviven cintas logradísimas (por ejemplo, Atmósfera cero, una de mis películas favoritas, con un magnífico Sean Connery en una transposición futurista del sheriff que interpretó Gary Cooper en Sólo ante el peligro) junto a otras de muy dudoso nivel (Timecop, otra de polis del futuro, esta vez con el inexpresivo Jean-Claude Van Damme al frente del reparto, quizás sea la más floja). Y es probable también que la dudosa posición del director norteamericano en el escalafón tenga que ver con ese aire de “películas de serie B” que destilan unos cuantos de sus filmes, incluido el que aquí comento.
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