No siempre es fácil valorar con ecuanimidad una película española, sobre todo cuando ha sido acogida con elogios por la mayor parte de la crítica y cuenta con el aval de festivales cinematográficos prestigiosos. Si, además, su director es paisano del reseñista y la película transcurre en escenarios fácilmente reconocibles para quien firma el comentario, el afán de objetividad se torna una aspiración casi imposible.
Seguro que los aficionados al cine habrán adivinado ya en este cauteloso párrafo inicial el objeto de la reseña, que no es otro que Bajo las estrellas, el primer largometraje del director pamplonés Félix Viscarret, premiado en el Festival de Cine Español de Málaga con los galardones a la mejor película, mejor dirección, mejor actor y mejor guionista novel. Yo fui a verla hace unos días y, si he de ser sincero, no encuentro motivos para tantos y tan diversos premios. Es verdad que el guión contiene muchos aspectos valiosos y que la interpretación del actor protagonista, un Alberto San Juan con oficio y tablas más que sobrados, resulta muy brillante en ocasiones.
Últimos comentarios