Como he sido muy bueno y muy formal a lo largo de este año que está a punto de acabar, le he pedido a mi particular Papá Noel-Olentzero-Niño Jesús (no hago distingos entre ellos, por eso del multiculturalismo tan de moda en estos tiempos), que me hiciera un bonito presente de Nochebuena. El regalo ha colmado todas mis expectativas: nada más y nada menos que un flamante iPod Touch de 16 GB.
La primera impresión es deslumbrante: un aparato pequeño, elegantísimo, ligero pero al mismo tiempo sólido y resistente, que se configura en un periquete (incluida la conexión WiFi, asunto problemático en otros dispositivos) y se maneja de forma radicalmente intuitiva, con una facilidad extraordinaria. Tanto es así, que mi sobrina Leyre, que no llega a los seis años, descubrió por sí misma cómo redimensionar las ventanas del navegador Safari utilizando los dos dedos, y le faltó tiempo para contarme, alborozada, su descubrimiento.
[Leer más…] acerca de El Tigre, otra vez de Safari, con un iPod Touch
Últimos comentarios