No sé si ha sido consecuencia de las encendidas polémicas en las que he participado en los últimas fechas, pero lo cierto es que me he sentado ante el editor de La Bitácora del Tigre con el ánimo guerrero. Me he acordado de que en los últimos días había estado oyendo los cuatro discos de The Longest Day. The Ultimate World War Movie Theme Collection, y me he dicho: «qué mejor oportunidad para ilustrar tan incruenta batalla que algún tema de este magnífico disco cuádruple, dedicado a las películas de guerra».
El problema ha sido escoger la pista, porque sobran los temas de bandas sonoras inolvidables en esta notabilísima producción de la Silva Screen Records, del año 2004. Durante mucho rato he estado dudando entre el emotivo «Hymn To The Fallen», del Saving Private Ryan de John Williams, la alegre «Marcha» de The Dambusters, de Eric Coates, la esplendorosa suite de The Guns of Navarone, de Dimiti Tiomkin, los compases aguerridos y viriles de la versión coral de la marcha de The Longest Day, de Maurice Jarre y Paul Anka, y una de mis debilidades musicales de siempre: el irónico y celebérrimo tema principal de esa maravilla de la música para películas bélicas que es la banda sonora de The Great Escape, de Elmer Bernstein.
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