El Pirineo, y sobre todo el Pirineo aragonés, es un escenario muy unido a mi biografía, sobre todo en mi adolescencia y primera juventud. Arrastrado por el ímpetu de amigos de espíritu mucho más audaz y montañero que el mío (si me leéis, Alberto, Arturo, Iñaki, Jesús, Jokin, Juankar, Mikel, sabed que os envío desde aquí un fuerte abrazo), de vez en cuando conseguía sacudirme la pachorra, echarme al hombro una pesadísima mochila y partir rumbo a las cumbres de Belagua, Zuriza o del más lejano y siempre fascinante Valle de Ordesa.
Pasaron los años, gané bastantes kilos, y dejé de ir al monte (tal vez el orden de los acontecimientos no sea exactamente el que acabo de escribir), pero nunca de dejado de visitar los altos valles pirenaicos de Ansó, Hecho, Añisclo o Pineta, en excursiones casi siempre breves, y a menudo agudamente melancólicas. Cuando fui a parar al IES José Mor de Fuentes de Monzón, mi primer destino como profesor de Secundaria, aproveché para recorrer el Pirineo oscense con la inestimable guía de los colegas del instituto (saludos también para Manuel, Pilar y Fátima), quienes me descubrieron lugares y paisajes que hasta entonces no conocía: el sorprendente Carnaval de Bielsa, las vertiginosas carreteras entre Lafortunada y Salinas, el maravilloso valle del río Isábena, y tantos otros.
De los alumnos y compañeros que tuve en Monzón guardo un recuerdo estupendo, y nunca desaprovecho la ocasión de destacarlo. Así que al recibir un email de Dolores Galindo, una ex alumna del Mor de Fuentes que en compañía de la ilustradora Silvia Aguilera acaba de editar un precioso libro sobre los diaplerons, o duendecillos pirenaicos, me he decidido a escribir esta entrada, que comienza nostálgica y acaba siendo, consciente y meditadamente, publicitaria. El libro se titula Diaplerons, duendecillos de los Pirineos, y ha sido editado por Barrabés Editorial, una empresa del grupo Barrabés, cuya vinculación al mundo de la montaña y la difusión de las actividades pirenaicas no es necesario destacar.
Sí, ya sé que hay voces en la blogosfera que no consideran apropiado que un blog se dedique a estos menesteres promocionales, pero ojalá tuviera muchos ex alumnos escritores, para ayudar, modesta y al mismo tiempo orgullosamente, a la promoción de las obras de todos ellos. Nada satisface más a un profesor que comprobar cómo sus enseñanzas sirvieron, de uno u otro modo, para conseguir que los chicos y las chicas se abran camino en la vida. Mi más cordial enhorabuena a Dolores y a Silvia, por su publicación, sobre la que tratan en un blog estupendo, naturalmente titulado Diaplerons. Y por muy tradicionales que sean, los duendes también han sabido descubrir el camino de la Red, como muestra este vídeo de YouTube:
panta dice
El Pirineo tiene algo especial, siempre tiene algo más por explorar, como el territorio de la memoria .
Me ha gustado el vídeo.
Saludos.