Una de los aspectos más atractivos de las aplicaciones y servicios en línea es su capacidad para integrarse entre sí, en unidades compositivas más amplias formadas por elementos originalmente dispares y hasta heteróclitos, cuya unión da origen a un ítem de información que, a su vez, puede servir como elemento integrante de un nuevo proceso de agregación y recombinación. Un texto de Google Docs se puede combinar con un vídeo alojado en YouTube, con un tema musical hallado en Odeo y unas cuantas imágenes procedentes de Flickr o Picasa para componer la entrada de un blog, cuyo canal o fuente RSS es susceptible de combinarse a su vez en otra plataforma para dar como resultado nuevas unidades textuales, y así hasta el infinito.
Es el proceso que en un reciente artículo el Prrofesor Potâchov de Moldavia (deudor en la idea de intervenciones anteriores de Juan Freire y Brian Lamb, aunque la genialidad de la imagen es toda suya) ha consagrado en la blogosfera educativa con la metáfora (¿o es una alegoría?) del «chef digital», un docente convertido en recombinador de ingredientes y autor de sabrosas remezclas derivadas de sus particulares necesidades educativas.
Tengo que confesar que mi habilidad para la cocina digital (y seguramente también para la otra, la de toda la vida) no le llega a la suela de los zapatos al amigo Potâchov. Por otra parte, no soy tan entusiasta de las remezclas y agregaciones de contenidos como otros colegas blogueros (las razones, algunas de ellas de carácter estrictamente personal, tal vez las exponga con detalle en una próxima ocasión). En todo caso, no se me oculta que el desarrollo de la Web va por ese camino, lo mismo que el de muchas aplicaciones de propósito general que, en un momento o en otro, pueden utilizarse en el quehacer educativo.
Una de ellas es WordPress, el campeón indiscutible de las herramientas de creación y publicación de blogs, capaz de integrar en los artículos todo tipo de contenido, bien mediante las funciones incorporadas al núcleo de la aplicación, bien a través del añadido de diversas extensiones o plugins. Uno de ellos, Inline Google Docs, permite leer desde cualquier entrada de un blog un documento publicado (en todos los sentidos de la palabra; para que sea visible debe estar publicado y ser público) en el servicio de documentos en línea de Google. Desde Google Docs también se puede publicar directamente en blogs alojados en diferentes servicios, entre ellos en WordPress.com, o en instalaciones propias de WordPress; sería el equivalente a utilizar la aplicación online como un cliente para blogs. El procedimiento está explicado en los artículos de DigiZen, Usando Google Writer para publicar en WordPress.com y Baluart.net, Publicar en un blog usando Google Docs.
No hace falta insistir en la utilidad que un artefacto como éste puede tener para un blog docente o un blog de aula, sobre todo si el profesor dispone de una buena colección de textos alojados en Google Docs: documentos instruccionales, manuales y tutoriales, textos de creación, hojas de cálculo (utilísimas para los procesos de evaluación), presentaciones, etc. Por el momento, el plugin Inline Google Docs permite «leer» los documentos de texto y las hojas de cálculo (estas últimas, con bastantes limitaciones en cuanto a formato y estilo), e incluirlas en el blog mediante etiquetas muy simples, disponibles desde el propio interfaz de edición.
Hasta aquí la teoría, aunque en la práctica el plugin es bastante complicado de utilizar. Para empezar es muy grande y pesado (casi 2 MB. una vez desempaquetado), lo cual eterniza la instalación si hay que hacerla por FTP. Además, no funciona bajo determinadas configuraciones de servidor (por ejemplo, no lo hace en el que aloja La Bitácora del Tigre, seguramente porque alguna de las funciones que utiliza para leer los datos de Google Docs está interceptada o bloqueada). Incluso en el alojamiento alternativo que he encontrado para ella en mi nuevo dominio, los botones o enlaces (shortcodes en la particular terminología de WordPress) que deberían insertar las llamadas a los documentos, no funcionan, así que hay que recurrir a la página de opciones del plugin para encontrar las referencias a los documentos; no es un procedimiento difícil, pero sí enojoso.
La integración de los documentos de texto es muy eficciente, aunque éstos tienen que estar muy cuidadosamente formateados si sea desea que el aspecto en el blog sea impecable. Google Docs tiene una molesta tendencia a introducir etiquetas dobles de salto de línea (<br>) en vez de etiquetas de párrafo (o además de éstas), circunstancia que si no se advierte afea mucho el resultado final. De hecho, yo he tenido que emplearme a fondo con el documento de prueba, para evitar etiquetas de formato incorrectas. Por el contrario, la integración de las hojas de cálculo está mucho menos conseguida (hay que reconocer que los blogs son poco amigos de las tablas, y hay poquísimas plantillas que hayan sido diseñadas con el objetivo de una adecuada representación del contenido tabular). El autor del plugin, Lim Jiunn Haur, señala un par de técnicas para mejorar el aspecto de estos documentos mediante estilos CSS, pero lo cierto es que su propuesta resulta bastante insatisfactoria si lo que se pretende son resultados rápidos y funcionales.
Tiene toda la pinta, pues, de que la extensión necesita todavía madurar, pero habrá que estar atentos a su desarrollo, porque creo que tiene un buen potencial. Desde luego, pienso recomendarla en la sección de plugins para uso didáctico de mi renovada propuesta de blog de aula para la exportación, que sigue su lenta cocción en mi cocina digital. De momento, y como demostración de la potencialidad del plugin Inline Google Docs, los interesados pueden leer el artículo «Ejemplo de integración de documentos de Google Docs», que he elaborado al efecto en mi novísimo Blog de pruebas en BlueHost [Atención: este sitio ya no existe] (lo hubiera hecho en La Bitácora del Tigre, pero como ya he señalado antes el plugin no funciona en ella). Como dice su propio nombre, es un blog de pruebas destinado a experimentos, así que, por favor, no os lancéis como locos sobre él para hacer comentarios.
Antonio dice
Hemos vuelto a coincidir con entradas parecidas. Precisamente comentaba en De textos la posibilidad de utilizar Google Docs como editor de blogs. Claro que en el universo WordPress las cosas no son tan sencillas como parecen :-)
Un saludo.
Eduardo Larequi dice
Justamente esta mañana he leído tu entrada (el tablero de mi WordPress me ha avisado de tu cita), y me he dicho «qué coincidencia», aunque no me he dado cuenta de que tú eras el autor. Ay, qué cabeza la mía.
Aprovecho para decirte, Toni, que acabo de comprar online el primer tomazo de la novela-río (habría que decir novela-Amazonas) de George R.R. Martin. No sé cuándo la leeré, pero me llamaron mucho la atención tus elogios.
andreina dice
como puedo decorar fotos