Desde que descubrí Spotify (o me lo descubrieron, que suele ser lo más frecuente en este tipo de asuntos), me he convertido en un adicto compulsivo a este servicio, y también en un infatigable evangelista de sus muchas virtudes. Sé, porque así me lo han dicho varios recientes prosélitos que he ido ganando para su causa, que darse de alta en Spotify equivale a algo así como a descubrir un nuevo mundo musical, de una riqueza y variedad insospechadas, así que me he dicho: ¿por qué no llevar esta novísima fe hasta sus últimas consecuencias y, después de utilizar los clientes para Windows y Mac OS X, comprobar si se puede escuchar la música de Spotify también en Linux?
Un par de búsquedas a través de Google me han orientado hacia la dirección correcta, pues en efecto, Spotify se puede utilizar en Linux (por ejemplo, en mi flamante Ubuntu 9.10 Karmic Koala en arranque dual, sobre el que he hecho las pruebas necesarias), bien mediante un cliente diseñado para dicho sistema operativo, bien instalando Wine y, sobre éste, el cliente para Windows. Los interesados pueden consultar las instrucciones correspondientes a esta última solución, que, a mi modo de ver, es la más simple y satisfactoria en la mayor parte de las situaciones, en Spotify under Wine y en Instalar Spotify en Linux.
Tuve que afrontar un leve inconveniente al instalar Spotify bajo Wine (por cierto, sin el más mínimo problema): que no recordaba mis datos de usuario y contraseña. Como estaba en Ubuntu, no tenía acceso a las correos electrónicos que almaceno en mi cliente bajo Windows (Outlook Express; sí, ya sé que es muy malo, pero le tengo fe), así que hice lo siguiente:
- Desde el gestor de archivos de Ubuntu, fui a la unidad en la que reside Windows, y copié el fichero “Spotify.dbx”, donde almaceno los datos correspondientes a dicho servicio (soy un chico ordenadito, y utilizo una carpeta por cada uno de los servicios en los que me he dado de alta, que son varios cientos).
- Convertí el fichero .DBX en un formato legible por Ubuntu. Para ello, consulté el artículo Import from Outlook Express, que ya había leído cuando pasé todos mis correos electrónicos a Thunderbird sobre Mac OS X. Aquí se proponen varias alternativas, entre las cuales escogí DbxConv, una aplicación que convierte los ficheros .DBX a .MBOX, legibles por diversos clientes de correo sobre Mac y sobre Linux.
- Desde la consola de Ubuntu, ejecuté la utilidad de conversión. Como está programada para Windows, lo hice también a través de Wine.
- Una vez conseguido el fichero .MBOX, fui a importarlo con Thunderbird, pero no me hizo falta, porque el fichero .MBOX se puede abrir y leer con cualquier editor para Linux.
- A continuación, en el escritorio de Ubuntu, ejecuté el cliente para Spotify, introduje el usuario y la contraseña y, después de comprobar que todo funcionaba correctamente, creé un lanzador para Spotify bajo Wine, tal como se ve en la figura 1.
Y ya tengo Spotify en Ubuntu, para cuando lo necesite. La música se escucha perfectamente, aunque en ciertas ocasiones (no siempre), al comienzo de una pista, el sonido sufre ciertas distorsiones muy leves y no especialmente incómodas, como si los parámetros de audio no estuvieran del todo bien ajustados.
Ah, se me olvidaba: también se puede escuchar Spotify en Windows Mobile (yo lo he conseguido en mi HTC HD2 con MySpot), y por supuesto en el iPod touch, a través de una aplicación específica para este tipo de dispositivos, que exige una cuenta Premium. Para comprobar cómo es eso de la música infinita, me he dado de alta por un mes, pero si a Pilar le gusta (y estoy seguro de que le va a gustar la funcionalidad de las listas de reproducción offline), supongo que ampliaremos la duración de la cuenta.
Iñaki Amézqueta dice
Gracias Eduardo, mil gracias. Yo soy uno de tus discípulos en la nueva fe de los que presumes y ferviente consumidor del increible mundo musical que contiene ese semi-dios llamado Spotify (Dios solo hay uno). Y como buen discípulo, estoy haciendo apostolado para la causa predicando esta nueva verdad musical que es Spotify
Eduardo Larequi dice
En muchos sentidos de la expresión, Iñaki, bienvenido al club. Seguro que tú sabes apreciar Spotify como se merece. Y cuando quieras, estoy abierto a tus sabias recomendaciones.
Antonio dice
También yo caí en las redes de Spotify y me he vuelto uno de sus fervientes apóstoles. De hecho, ya he empaquetado mi vetusto equipo de música y los vinilos, porque prácticamente todos mis LP’s están en Spotify.
Por cierto, aunque antes se necesitaba invitación, ahora se puede crear una cuenta desde este enlace:
https://www.spotify.com/en/get-started/
Un saludo.
Eduardo Larequi dice
Conocía el truco, y cuando hago «evangelización» de Spotify, suelo divulgarlo, porque es mucho más rápido y flexible que a través de invitación. Gracias por recordárnoslo, Antonio.
Lu dice
Yo soy una usuaria adicta a Spotify, aunque sólo desde mi PC. Todos esos cachivaches que citas me resultan extraños. ¿Cómo atrapar la tecnología?
Eduardo Larequi dice
Yo tampoco uso mucho Spotify en los dispositivos móviles, Lu, pero viene bien tenerlos a mano «por si acaso las moscas», que decía el otro. En todo caso, está claro que el futuro apunta a una multiplicación abrumadora de la conexión móvil a la Red, como en los escenarios futuristas dibujados por las novelas y las películas de ciencia ficción.