Ayer me llegó por paquetería el nuevo smartphone HTC HD2 “Leo”, que sustituye a mi ya muy baqueteado HTC P3300, cuya batería ya llevaba algún tiempo dando señales de decrepitud. A la hora de cambiar mi vieja PDA por un modelo mejor y más potente, estuve dudando entre diversas marcas, y al final me decidí por ser fiel al fabricante taiwanés, aunque estuve deshojado la margarita entre dos modelos que llevan incorporado el nuevo y potentísimo interfaz táctil Sense: el ya citado HTC HD2, con Windows Mobile, y su hermano menor, el HTC Hero, con sistema operativo Android.
Aunque no sea más que por el hecho de que Windows Mobile me resulta más bien antipático, el tándem Hero-Android tenía poderosas razones para haberse llevado el premio al ganador; sin embargo, lo cierto es que el hardware del HTC HD2, con una enorme pantalla táctil de 4,3 pulgadas de diagonal y resolución de 480×800 píxeles y un procesador de potencia descomunal, se convirtió en una tentación irresistible. Por otro lado, conviene aclarar que la elección del sistema operativo no es en este caso un factor de importancia tan esencial, porque el interfaz Sense se superpone a Windows Mobile (y a Android) en una gran mayoría de las funciones habituales para esta clase de dispositivos, y las ejecuta con una elegancia y fluidez que no tiene nada que envidiar a la de los míticos iPhone e iPod touch de Apple.
En apenas dos o tres horas de uso, he conseguido hacer con el HTC HD2 casi todo lo que quería cuando lo compré: llamar por teléfono y mandar SMSs, por supuesto, pero también leer y editar documentos en distintos formatos, tomar notas, oír la radio, conectarme a Internet por WiFi y sin ella (en este último caso, supongo que a través de las redes 3G de Movistar; tendré que averiguar qué impacto tiene esa funcionalidad sobre la factura del móvil, no vaya a ser que me lleve un susto), ver mapas y utilizar el GPS, sacar fotos y tomar vídeos, oír música, grabar la voz, conocer el pronóstico del tiempo, administrar mis contactos telefónicos y de correo electrónico, escribir y recibir emails, tuitear y, cómo no, jugar al Bubble Breaker y al Solitario (los dos juegos están desactivados en Windows Mobile 6, pero a base de consultar diversos foros dedicados al “Leo”, por ejemplo, el de xda-developers, he conseguido integrar en los menús ambas aplicaciones; seguro que mis sobrinos lo agradecen, porque cada vez que me ven me piden el móvil “para jugar a los bolicos”, como dicen ellos).
No he probado la funcionalidad de tethering (es decir, utilizar el móvil como router), ni el Bluetooth, ni muchas de las aplicaciones que trae instaladas el HD2, porque de momento no me hacen falta, pero sí puedo decir que añoro un buen cliente para blogs que me permita escribir a gusto, aunque sean entradas breves y de ocasión. He probado TBlogger y otras aplicaciones, pero ninguna de ellas me ha parecido acorde con la calidad del terminal y la facilidad de manejo característica del interfaz Sense. Y es una pena, porque por ejemplo la aplicación que integra el HD2 para tuitear, denominada Peep, es muy agradable, intuitiva y eficiente.
De momento, y a la espera de explorar a fondo todas sus posibilidades, aquí van unas capturas de pantalla del HTC HD2, con el que pienso emplearme a fondo en los meses venideros. Aprovecho el cierre de esta entrada, que será la última del año 2009, para desear a todos los lectores de La Bitácora del Tigre un muy feliz Año Nuevo.
Adenda del 2 de enero de 2010
Mientras escribo estas líneas, estoy conectado a Internet a través del HTC H2, mediante la función de Enrutador WiFi. La conexión inalámbrica creada me permite editar esta entrada desde uno de los PCs de mi red, con una gran fluidez. He acudido a un test de velocidad ADSL para medir las condiciones de la conexión, y he obtenido unos valores más que aceptables: 1844 kpbs de bajada y 952 kbps de subida. Por otra parte, a juzgar por los iconos que aparecen en la parte superior del smartphone, tengo activada una conexión HSPA. Así pues, no hay duda de que el tethering funciona, y muy bien por cierto. La única duda que tengo es la de saber qué repercusión tendrá sobre la factura del móvil, porque yo no he contratado ninguna tarifa especial para poder realizar este tipo de conexiones.
Celestino arteta dice
Feliz año 2010 y que disfrutes de esos regalitos tan imponentes vía mensajería empaquetada. Parece que tiene una enorme potencialidad ese htc.
Saludos
Eduardo Larequi dice
Muy potente, muy bonito y muy de todo, Celestino, pero mientras no contrate una tarifa plana para conexión móvil a Internet, me sale el pan como unas hostias de caro, con perdón.
Javier de Navascués dice
Amigo Eduardo, después de tanto tiempo, te descubro en este blog que voy a mirar despacito porque, en estos días, me interesan los asuntos didácticos de la literatura. Ah, y yo también he caído en la tentación del blog… (www.elsuresnorte.blogspot.com) ¡Feliz año 2010!
Eduardo Larequi dice
Hombre, Javier, cuánto tiempo… Acabo de pasarme por tu blog y, entre otras cosas, he leído la reseña del libro de Fernando Iwasaki, que el otro día tuve entre las manos y no me decidí a comprar. Si es tan divertido como parece (y como tú destacas) seguramente acabará cayendo.
Que el año 2010 sea también para ti y para tu familia muy propicio.
Javier de Navascués dice
El libro es un disparate total: incluye «collages» del autor, bromas literarias y, sobre todo, mucha guasa a costa de la España actual, pero hecha desde fuera por alguien que, al mismo tiempo, vive aquí desde hace años. Si a uno le va este tipo de humor (a mí sí) funciona.
Elias Sales dice
hombre, quiero saber que tal te ha ido con el rendimiento de la bateria???
mejor dicho dura 16 hrs continuas con solo correo push, mensajes y llamadas o hay que recargarla en el día???
Saludos y gracias
Eduardo Larequi dice
Si sólo te limitas a las funcionalidades que señalas, probablemente te baste con una recarga diaria. Pero si activas la WiFi o la función de router, entonces dura muchísimo menos. La verdad es que es un monstruo que se «come» la batería. Por otro lado, el hardware es muy bueno, pero Windows Mobile es un sistema operativo que deja mucho que desear. Estoy pensando seriamente en pasarme al iPhone a partir de las Navidades.