Por fin parece que el sol se decide a salir, tras un mes de abril con lluvias constantes y temperaturas desapacibles. Con el buen tiempo, los parques de Pamplona se llenan de jubilados paseantes, de palomas que zurean enamoradas y de las molestas filuchas que sueltan los álamos, pesadilla de los asmáticos y las víctimas de la alergia estacional. En un alto de su paseo vespertino, el Tigre decide llevar a cabo algunos experimentos de movilidad en la Vuelta del Castillo, con la cámara de su reciente Samsung Galaxy S II y esa estupenda aplicación para teléfonos móviles que es WordPress for Android. Sean estas fotos primaverales testimonio de las capacidades de uno y otra.
Post Scriptum
Como dice el refrán, dura poco la alegría en casa de los pobres, porque antes de darle al botón de Publicar ha bajado súbitamente la temperatura y se ha levantado un viento furioso que da al traste con el paseo y las expansiones líricas. Las delicias del clima de Pamplona, ciudad en la que, como suele decirse, solo hay dos estaciones: el invierno y la de la Renfe.
Mikirago dice
No he disfrutado yo poco en la Vuelta, no he jugados cientos de partidos los sábados y domingos, en fin, el tiempo pasa y pronto engrosare las filas de los jubilantes paseantes.
Eduardo Larequi dice
Bueno, Víctor, no te pongas melodramático. Todavía tienes que dar mucha guerra.