
Llevo más de veinticinco años comprando y leyendo, prácticamente todos los días, El País, y ya casi no me entero de lo que leo. Tiene que ser Planeta educativo (tan imprescindible como el aire que respiro, una vez más), el que me informe de que dos docentes blogueros cuyas bitácoras tengo anotadas en mi blogroll son destacados por el suplemento Ciberp@ís como ejemplos de buen hacer profesional y de innovación educativa. Y eso que lo primero que hice ayer por la mañana, mientras me tomaba mi cortado y mi cruasán, fue descuajeringar el vespertino madrileño para extraer el suplemento cibernético y repasar sus contenidos.
Debo de estar perdiendo facultades (qué va a decir el Tigre con sus ojos de fuego que todo lo ven), o a lo mejor es una consecuencia de estos insólitos calores septembrinos, que no me dejan dormir por las noches… O, quién sabe, tal vez sea que no me he repuesto todavía de la enorme decepción de Alatriste, a quien voy a dedicar una próxima, combativa y larguísima reseña.
Mi más cordial enhorabuena a Felipe Zayas y a Lourdes Domenech, no sólo por tan merecido reconocimiento, sino por su magnífica labor en la blogosfera. En el Villena y Lenguablog, Darle a la lengua y A pie de aula abren senderos, marcan caminos, proporcionan muchas ideas y nos ayudan a mantenernos alerta. Que sea por mucho tiempo.
Bueno, Eduardo, debo hacerte una confesión. Yo leí el periódico como tú y me salté la sección en la que aparecía la mención de los blogs. Fue mi pareja quien me lo mostró.
Y es que todos los días comprobamos que, aun leyendo el mismo periódico, no leemos los mismos contenidos.
Sea como fuere, gracias por tus halagos, que no sé si son del todo merecidos.
Somos muchos los que estamos en la brecha y, por justicia, deberíamos aparecer todos en El País.
Como siempre, se me adelanta Lu. Pues eso, Eduardo. Esto de la gloria por cinco minutos tiene como verdadero interés que gente como tú te regale con palabras tan llenas de afecto. Por cosas así me alegra la mención en el Ciberp@ís. Y también por ver a Lu tan contenta.
Da gusto lo versallescos y educados que somos los docentes blogueros. Habría que recopilar una antología de los agradecimientos que intercambiamos en nuestras respectivas bitácoras, y utilizarla como material didáctico en clase.
En serio, os lo habéis ganado, compañeros.