El pasado día 3 de noviembre, en mi breve reseña de la suite OpenOffice 2, di cuenta de la falta de un diccionario de sinónimos en su versión española. El pasado viernes, mientras preparaba un tutorial de la instalación de la suite, con destino a la web del PNTE, comprobé que el tesauro ya está disponible, que es tan fácil de instalar como sus hermanos de la serie (mediante la ya conocida macro DicOOo.sxw, de Laurent Godard, que ahora se invoca desde el menú Archivo –> Asistentes –> Instalar diccionarios nuevos), y que funciona perfectamente. Por cierto, los problemas de instalación que señalaba en la citada reseña eran culpa mía, no de la aplicación. Cuando uno no lee las instrucciones que figuran bien claras en el cuadro de diálogo del instalador, pasa lo que pasa.
Ya no hay excusa, pues, para utilizar el Writer de OpenOffice como procesador de textos de cabecera. Es cierto que el tesauro todavía no es tan potente como el de Microsoft Office, y que se podría haber mejorado su accesibilidad (para encontrar un sinónimo hay que ir al menú Herramientas –> Idiomas –> Sinónimos, o pulsar Ctrl + F7, pero esta última opción hay que aprenderla de memoria), por ejemplo mediante una pulsación del botón derecho, pero esto es peccata minuta. Lo que desde luego tiene mucho valor es la existencia de una aplicación que, por un coste prácticamente igual a cero, nos resuelve la existencia a los que nos pasamos varias horas al día tecleando sin parar en el procesador de textos.
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