Una de las tareas que más tiempo suelen ocuparme, tanto en el trabajo como en los ratos de ocio, es la búsqueda de temas de WordPress que sean compatibles con las instalaciones multisitio de esta aplicación y estén traducidos al español o, al menos, se puedan verter a la lengua de Cervantes mediante los procedimientos estándar que WordPress proporciona a tal efecto (los interesados encontrarán abundante información sobre este asunto en los artículos titulados Installing WordPress in Your Language, Translating WordPress y I18n for WordPress Developers).
Es cierto que la existencia del repositorio oficial de temas de WordPress, cada vez más amplio, variado y con mayor conciencia de la necesidad de “localizar” los temas para permitir la generación de los archivos de traducción, facilita el mencionado objetivo, pero también lo es que muchos temas de calidad indiscutible ignoran olímpicamente tal necesidad, y que otros proporcionan un soporte limitado para las versiones lingüísticas, bien porque omiten algunas cadenas, bien porque ignoran el hecho de que no todas las lenguas comparten el orden de palabras característico del inglés, o bien porque hacen uso de mecanismos y diseños que dificultan la traducción.
A lo largo de la historia de este blog he escrito en varias ocasiones sobre estos problemas, no sólo para quejarme del imperialismo lingüístico del inglés (a la vista de las circunstancias, probablemente sería más útil y productivo protestar contra la bajada de sueldo de los funcionarios públicos), sino también para aportar unos cuantos granitos de arena a la construcción de la comunidad de practicantes de WordPress, mediante mis traducciones de temas como Graphene, News, P2, Portfolio Press o Tarski. No son los únicos, desde luego, porque si incluyera en una lista todos los temas que he traducido total o parcialmente (y en ella habría que anotar los que forman parte de la plataforma Multiblog del PNTE), estoy seguro de que la nómina pasaría de sesenta plantillas, de muy distinto tipo y condición.
Sin embargo, hasta la fecha nunca me había puesto a la tarea de traducir lo que podríamos llamar como “temas tipográficos”, es decir, temas centrados en el texto, con efectos gráficos mínimos y cuyo principal interés es la presentación armoniosa de la escritura. Creía que el interés de la comunidad bloguera en esta clase de plantillas sería más bien escaso, hasta que algunas de mis intervenciones en Twitter fueron respondidas por Néstor Alonso (aquí y aquí) y José María González Serna (aquí, aquí y aquí), lo cual me convenció de que podía ser interesante la traducción de dos temas tipográficos tan distinguidos y de tanta elegancia formal como The Erudite (figura 1) y Typominima (figura 2).
No me extenderé sobre las características de ambas plantillas, pues ya están descritas en sus respectivos sitios web, aunque creo que conviene hacer algunas puntualizaciones sobre las traducciones que ofrezco a continuación. The Erudite forma parte del repositorio oficial de WordPress, y aunque cuenta con ficheros es_ES.po y es_ES.mo, la traducción es incompleta, porque hay unas cuantas cadenas en el código original que no están preparadas para ser traducidas. El paquete ZIP que ofrezco al final de este artículo subsana esas deficiencias y mejora, por tanto, el resultado final del tema en su aplicación a blogs en español.
El caso de Typominima es muy distinto. El tema no está preparado para ser traducido (salvo que la traducción se haga editando las cadenas del código original), así que me he dedicado laboriosamente a llamar a todas las cadenas de texto mediante las funciones de traducción de WordPress, hasta conseguir los resultados apetecidos. Aunque voy cogiéndole el tranquillo a funciones como _e(), __(), _c(), _x() y _n() y algunas otras, tengo que reconocer que sólo a través del añejo sistema de la prueba y el error (y a costa de bastantes horas de trabajo), consigo progresar, porque como ya he dicho en más de una ocasión, mis habilidades de programador en PHP tienden a cero.
Los experimentos con ambas plantillas los he realizado sobre uno de mis blogs de prueba, el mismo en el que instalé el plugin Import HTML Pages y llevé a cabo las operaciones necesarias para escribir el artículo Para convertir un sitio web estático en un blog. Con ello he conseguido matar dos pájaros de un tiro: por una parte, verificar el funcionamiento de los temas The Erudite y Typominima, y por otra insuflar nueva vida a las antiguas reseñas de Lengua en Secundaria. Cuando haya repasado y reformateado a mi gusto estos treinta y tantos artículos (va para largo, porque es un proceso bastante pesado, sobre todo por el asunto de las notas a pie de página), lo más probable es que las importe desde La Bitácora del Tigre.
Adenda del 24 de diciembre de 2017
Ya hace tiempo que he eliminado del servidor los ficheros de traducción de estos temas, razón por la cual he borrado también los enlaces de descarga, dado que no funcionaban y solo servían para crear confusión.
glezserna dice
Muchas gracias por el trabajo realizado, Eduardo. Ya me los he bajado. Tengo que reconocer que cada vez más me gustan los temas limpios de polvo y paja. Texto, texto, texto. Y, si puede ser, contenido; pero eso es más difícil en estos días.
Eduardo Larequi dice
Debemos de pertenecer a una especie en peligro de extinción, José María. A mí también me parece que lo esencial sigue siendo el texto, y que en eso que llamamos Web 2.0 se abusa de los adornos y de los fuegos de artificio multimediales o multimedistas, o como se diga. Pero seguro que nos dirán que somos momias, dinosaurios, o vete a saber qué.
Néstor dice
Enhorabuena y gracias por el trabajo y por compartirlo.
Mi opinión sobre el diseño de blogs no difiere mucho de la vuestra, siempre y cuando el diseño sea funcional. Que cumpla con su cometido. Si lo importante es el texto, que lo haga resaltar sin estridencias. Y si son elementos multimedia, que facilite su visualización.
El todo debe superar al la suma de las partes. Ese es un axioma del diseño que no se suele cumplir muy a menudo.
Nuevamente gracias por el trabajo :-)
Eduardo Larequi dice
Admitido el matiz, que es irreprochable. Yo soy más de escribir que de diseñar y de multimediar, y de aquí que me salga la vena dogmática. Pero está claro que cada propósito u objetivo demanda su propia vía de expresión, y por tanto su propio y particular diseño.