Para disgusto del autor de estas líneas, que ha salido a fotografiar la nieve con el entusiasmo de un niño, el suave manto blanco ha durado incólume muy poco tiempo sobre las calles, porque pasan los coches, los autobuses y los peatones y sus huellas negras se marcan inevitablemente sobre la densa capa que ha cubierto la ciudad.
Aquí dejo el recuerdo fotográfico de una hora durante la cual ha estado nevando dulce, mansa, abundantemente, sobre las calles del Segundo Ensanche de Pamplona. Qué bien se está en casa, al calor del hogar, viendo cómo cae esa mágica maravilla de la naturaleza que es la nieve.
[Leer más…] acerca de La nieve desde el balcón
Últimos comentarios