El sábado instalé en el ordenador principal de mi red doméstica la distribución Ubuntu 6.10 «Edgy Eft», versión de 64 bits (el ordenador monta un AMD Athlon 64, a 2400 MHz.) Me costó un esfuerzo considerable, porque al poco de comenzar la instalación surgió un mensaje ominoso que anunciaba la imposibilidad de arrancar el servidor gráfico y hacer funcionar con sus resoluciones nativas la tarjeta gráfica, una ATI Radeon X700 Pro PCI Express. Tras consultar el problema y hallar la solución en los foros de Ubuntu, resolví la papeleta instalando la distribución en modo texto, tras lo cual ejecuté en un terminal los siguientes comandos:
sudo apt-get -install xorg-driver-fglrx sudo aticonfig --initial sudo aticonfig --overlay-type=Xv
Cualquiera se puede figurar mi suspiro de alivio después de ejecutar “startx” y comprobar cómo el servidor gráfico levantaba el vuelo. A partir de este momento, ya todo fue más fácil: instalé con Automatix un montón de programas, probé el hardware del equipo (tarjeta de sonido, impresora, lector de tarjetas, DVDs, unidades de disco duro externas y algún pincho USB), instalé más software con el gestor de paquetes Synaptic (una gozada) y monté las cuatro unidades de disco duro destinadas a Windows, sólo con permisos de lectura, pues todavía no estoy muy seguro de si se puede escribir desde una Ubuntu de 64 bits en las particiones NTFS, y si tal cosa es prudente.
Últimos comentarios