Durante esta semana que está a punto de terminar he estado de mudanza digital, pues he trasladado los dominios lenguaensecundaria.com y labitacoradeltigre.com, con todos sus sitios web y ficheros asociados, a un nuevo plan de alojamiento, más completo y más capaz que el que hasta ahora tenía contratado. Como suele ocurrir en estos casos, y a pesar del irreprochable soporte de mi proveedor de alojamiento (Hostalia), el proceso no ha sido precisamente fácil; entre las complejidades de la tarea, los retrasos derivados de la propagación de los DNS y algunas torpezas de cosecha propia, he pasado unos días muy estresantes, como diría el personaje que interpreta Manuel Manquiña en Airbag.
En mi caso, no se produjo ningún problema con la transferencia de de los dominios al nuevo plan de alojamiento. Tampoco los sitios web asociados a ellos (uno estático, varios WordPress y algún Joomla) se resintieron por las condiciones de sus nuevas moradas, con dos excepciones poco relevantes: la primera afectó a varios widgets de La Bitácora del Tigre, misteriosamente desaparecidos (al final de este artículo volveré sobre el particular); la segunda, a un subdominio en el que se me olvidó activar PHP como módulo de Apache. Dejando aparte las inevitables demoras debidas a la propagación de los DNS, que en algún momento dieron como resultado versiones “fosilizadas” de mis sitios web, todo parecía ir bien hasta que comprobé las entradas de la La Bitácora del Tigre y me di cuenta de que varias de entre sus galerías de fotos habían intercambiado algunas imágenes y de que en otras galerías habían desaparecido varias fotografías.
Últimos comentarios