La revista Hélice, de «Reflexiones críticas sobre ficción especulativa», continúa su andadura con paso firme y espíritu resuelto. La periodicidad bimensual de la publicación se está cumpliendo a rajatabla (además, sé de buena tinta que hay material más que suficiente para alimentar durante varios números los programas de maquetación y generación de PDFs), tal como demuestra este cuarto número, tan sólido como los anteriores, pero, al menos para quien firma estas líneas, más atractivo que ellos.
Y lo es por razones que, me apresuro a señalar, son estrictamente personales. La primera se concreta en la larga y apasionante conversación que durante catorce páginas mantienen Santiago Eximeno y Javier Esteban Gayo con José María Merino, uno de mis novelistas predilectos y «el mejor escritor español actual de literatura fantástica», por utilizar el mismo y merecidísimo elogio que le dedica el editorial de este número. El segundo motivo es que la sección de «Críticas enfrentadas», que siempre cierra Hélice, está dedicada en esta ocasión a Nunca me abandones , del escritor inglés Kazuo Ishiguro, una novela que me gustó mucho y sobre la que en su día escribí un extenso comentario en Lengua en Secundaria.
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